Flowers
La agencia, en ese entonces, estaba justo enfrente del puesto. Cuestión por la cual los tres nos llegamos a ver hasta doce horas por día durante largas semanas. Trabajé más o menos cuatro años vendiendo telekinos, Lotos y Susi Bingo a cuanto viejo choto me lo pidiera.
De un día para otro la agencia se vendió y a Mariano no lo vi mas, a Lucas lo seguí encontrando cada tanto, es más, a través de el conocí a Virginia, no me acuerdo cuales fueron las exactas palabras con la que me la presento, fue algo así cómo, “Mirá con esta mina estoy saliendo”.
Hoy suena el teléfono.
Lucas: chabón, que haces tanto tiempo.
S: acá en casa, recién llego el laburo.
Lucas: yo también
S: Vos recién llegas, no me vas a decir que también estas laburando.
Lucas: agarrate, conseguí un currito
S: …………
L: estoy vendiendo ceniceros, a mi viejo le pagaron una deuda con esto, en casa hay tres millones de ceniceros, a un peso salen.
S: ¿a eso fuiste a la costa? ¿A venderlos?
Lucas: sí pero me volví antes…
S. Y si debe ser jodido venderlos en la playa.
Lucas: no nabo, se pudrió todo donde paraba, cayo un gordo que estaba todo el día duro, con siete lucas falsas y una matraca.
S: No daba
Lucas: no, no daba.