Ayer salí con los dos Alejandros a tomar algo por recoleta, lugar raro si lo hay, uno no sabe si se siente a gusto o si esta en un mundo ajeno a todo. Tocaba una banda de amigos y fuimos a verla. Decir “Viva Bush” en Irak es mas fácil que encontrar una cerveza barata en ese lugar.
Bueno el tema es que cada vez que salimos, nos quedamos horas hablando de boludeces varias, ayer el tema que ocupo casi toda la conversación fue el tema de tener hijos, Alejandro L., que entre paréntesis es el único de los tres con una pareja estable, o mas bien con pareja, y a quien parecería que lo están apretando un poco con ese tema, tiene una teoría bastante particular la cual consiste en que tener un crío es una postura egoísta que uno tiene un hijo como quien compra un perro, o sea para llenar un vacío existente después de un tiempo prolongado de noviazgo, y que concebirlo es un acto egoísta ya que lo esta trayendo a un lugar de mierda y con miles de obligaciones las cuales uno nunca esta dispuesto a aceptar pero que las termina haciendo solamente para sobrevivir. El prefiere adoptar, o sea salvar una vida condenada al fracaso y que solo de esa manera tendría un mejor camino en esto que se llama existencia.
Ayer cuando me lo dijo no estuve para nada de acuerdo en algunos puntos, y eso que la idea de un hijo la veo muy lejana, pero no puedo ocultar que hoy me dejo todo el día pensado en ese tema, cuando me cepille los dientes, cuando me tome el subte, cuando pague unas cuentas, y ahora que lo estoy escribiendo, pienso tal vez que él tiene razón.
